miércoles, 21 de diciembre de 2011

Una breve historia de los Templarios a través del Dungeons&Dragons (3)

Habiendo regresado de la verde y fría Tierra Media, y como ya ha pasado más de una semana desde la última entrada en este blog, me he decidido a proseguir con la crónica de nuestras aventuras con D&D. Ahora le toca el turno a la última campaña que jugamos hace ya algunos años, y que terminó como el rosario de la Aurora, con algunas traiciones largamente anunciadas y una batalla final que nos llevó una larga y tensa tarde finalizar.


Esta última etapa (hasta el momento, que este juego acaba siendo cíclico entre nosotros) la comenzamos cuando la editorial Devir se decidió a publicar la tercera edición de nuestro juego predilecto en castellano.

Yo había estado atento en Internet a lo que estaba siendo publicado en EEUU, y la verdad es que no tenía nada claro que en España sacaran una edición como la yanqui (por aquel entonces, no hace tanto tiempo, los juegos de rol eran en blanco y negro, con alguna lámina en color en algunos casos contados)

Pero al final publicaron el D&D en España, y lo hicieron completamente a color, con una maquetación tan alucinante que te entraban unas ganas locas de leerlo de arriba abajo y empezar una partida rapidamente.




El sistema de juego había cambiado bastante con respecto al Advanced Dungeons&Dragons, y se denominaba d20, porque para casi cualquier tirada había que lanzar un dado de 20. La verdad es que, a pesar de las dotes, habilidades, multiclases y todo lo demás, las reglas eran sencillas, y las pillamos bastante rápido.

La ficha (en realidad esta pertenece a la edición 3.5 del juego) Nosotros nos
decidimos por crear una casera, que se amoldara más a nuestras necesidades

La verdad es que no me acuerdo muy bien de todo lo sucedido a lo largo de los casi 5 años que nos tiramos jugando a esta edición del juego. Era la primera vez que teníamos D&D e Internet al mismo tiempo, y eso se notó en las partidas, porque tuve acceso a un montón de información y aventuras que hasta entonces nunca había tenido.

Además, la licencia del juego era abierta, y cualquier editorial podía publicar cosas para D&D, por lo que al final hubo una cantidad ingente de material (mucho del cual utilizamos en nuestras partidas)

Nuestra estantería de rol no tiene nada que envidiar a la de la foto

Pero dejando a un lado la historia oficial (y resumida) de la tercera edición, vamos a pasar a recordar nuestros avatares en esta etapa del Master.

Tal como he dicho, no recuerdo muy bien todo lo que aconteció en las partidas, pero sí que me acuerdo de todos los Templarios que jugamos en esta parte:

Bull, que llevaba un elfo guerrero-mago (creo recordar) cuyo nombre ¿podía ser Pluma Dorada?; Cascante, con el elfo mago Dopplegar, tan aficionado a la invisibilidad como al muro de fuerza; Sada, que llevaba un humano clérigo llamado Coburn Revientapechos (suspiro), cuyo nombre salió de un paquete de cigarros llamados "Coburn", que estaba fumando cuando le tocó poner el nombre al personaje (doble suspiro); Escolar, con un enano guerrero cuyo nombre no recuerdo, que acabó siendo un tocho (sobre todo al coger la multiclase enano defensor); Puma, que también llevaba un enano guerrero, y que tampoco logro recordar el nombre, y que por supuesto repartía candela como su compañero de raza; y Alfaro, que llevaba un gnomo pícaro (al principio, luego se cogió multiclase, como casi todos) y que tampoco recuerdo el nombre.

También estuvo Manu, con un humano explorador, y su amigo Joserra, que llevaba un bardo humano al que decidió llamar "Bisbal el Triunfal" y que, gracias a ese nombre, murió arrollado por una serie de rayos (el DM no podía permitir algo tan lamentable como ese nombrecito...)

Pues a este grupo tan variopinto le tocó batirse el cobre contra un enemigo que apareció en las primeras aventuras de la compañía. Este no es otro que Marcus el clérigo, al que conocieron en Aguas Profundas.

Las ilustraciones de la tercera edición eran las mejores de D&D hasta la fecha (según mi opinión)

La verdad es que Marcus era un personaje que no iba a tener mayor relevancia en un principio, porque el grupo lo encontró de casualidad, cuando acudió a Aguas Profundas porque el enano que llevaba Escolar había sido mordido por un licántropo y necesitaba una curación. De esa forma localizaron a Marcus que, a cambio de que le ayudaran en una búsqueda, curó al enano.

La búsqueda resultó ser recuperar una espada conocida como "La Espada de los Valles", que Marcus, supuestamente, había perdido. La cosa fue que el clérigo engañó al grupo, y la espada resultó ser de vital importancia para la gente de los Valles. Cuando el grupo se negó a entregársela (por supuesto con la gran picada del elfo -Bull- por haber sido engañados por el clérigo), Marcus les mostró un ápice de su poder y se quedó con el arma. A partir de ese momento el grupo de aventureros y él fueron enemigos.

Monstruos y PX, algo que en D&D siempre va unido

Marcus se convirtió en el enemigo recurrente que se cruzaba en el camino del grupo de vez en cuando, aunque nunca sin producirse un enfrentamiento directo. Las relaciones con él eran tensas, pero hubo varios momentos en los que el grupo se relacionó con él sin llegar a las manos.

Por supuesto, Coburn Revientapechos (el Sada siempre fue amigo de putear al grupo) forjó una alianza con Marcus y pasó a convertirse en su pupilo, y a informarle de todo lo que el clérigo necesitaba saber del grupo.

Sin que estos lo supieran (aunque Marcus sí), estaban destinados a encontrar la forma de como convertirse en dioses (y eso era algo que el clérigo ansiaba en secreto)

Los Reinos Olvidados se convirtieron en nuestro mundo de referencia para la tercera edición

Mientras tanto, el grupo pasó por cientos de aventuras, entre las que hubo momentos estelares (para bien o para mal), como el famoso (y vergonzante) momento del barril explosivo en una posada, cuando un representante de la ley, al que algunos miembros del grupo le habían cogido ojeriza, pero que era aliado suyo, fue llevado al interior de una posada mediante engaños, donde había unos barriles explosivos que todos sabían que iban a reventar (salvo el representante de la ley) Como resultado final la taberna reventó por los aires y del PNJ nunca más se supo (gran suspiro)

También fue en esta parte del Master cuando jugamos la campaña de "Retorno al Templo del Mal Elemental", un monumental dungeon situado en unas minas que dio para docenas de horas de juego (aunque al final tuve que recortarlo, porque tanto dungeon comenzaba a aburrir) De esta campaña son los famosos cánticos a Tariz Doom (o como se escriba, que no me acuerdo)

El Templo del Mal Elemental, una megacampaña con demasiados dungeons

A lo largo de esta etapa nos dio tiempo a visitar de nuevo Ravenloft, aunque las reglas de la tercera edición deslucían un poco el mundo (me quedo con la caja de AD&D) Aún así hubo varias aventuras en el semiplano del terror, entre ellas una que comenzaba con un jinete que cortaba la cabeza a todo el grupo, y que después aparecían con la cabeza flotando en un frasco en el laboratorio de Azalin (un poco suigéneris, la verdad)

Ravenloft Forever

Incluso hicimos un alto en el camino para generar otras fichas y jugar en el mundo de la Dragonlance, aprovechando que estaba preparando una campaña en los Reinos y necesitaba tiempo para escribirla. El resultado fue desastroso, pues tras jugar varias sesiones, el grupo entero acabó muerto en el interior de las cavernas de un volcán. Entre otras cosas por una actuación lamentable del Sada (joder, siempre el mismo, ja, ja) y las pocas ganas que tenía el personal de seguir con esas fichas...


Al final retomamos las fichas de los Reinos. La campaña que estaba preparando nunca llegamos a jugarla (demasiado complicada para llevarla a cabo), pero seguimos jugando aventuras que seguían publicándose sin descanso. Si a ellas les sumas las que yo escribía de vez en cuando, pues teníamos material para hartarnos.

Pero claro, el problema (y lo bueno) de D&D son los niveles, y cuando los personajes están en niveles altos (por aquel entonces ya estábamos jugando con las reglas de niveles épicos) llega un punto en que jugar más aventuras se hace casi imposible. Así que retomé toda la trama que se había ido hilando a lo largo de las partidas y decidí darle un final.

Ejemplo de hechicera épica

Marcus había estado buscando las Tablas del Destino, que lo convertirían en un dios, pero la única forma de hacerse con ellas era a través de los personajes, pues eran los únicos que podían localizarlas.

Fue una campaña final en la que los dioses eran expulsados de sus panteones, y el grupo luchaba contra reloj para evitar la destrucción de los Reinos, intentando localizar las esquivas Tablas. Al final, por supuesto, las encontraron, pero solo para descubrir que Marcus los había estado espiando en todo momento. El clérigo consiguió hacerse con la esencia de las Tablas, y lo único que se interpuso entre él y su lugar como dios supremo de los Reinos eran los personajes.

La última sesión fue la batalla que enfrentó al grupo con su enconado enemigo. Había varios factores en contra de los personajes, uno de ellos era que Coburn estaba de parte de Marcus, y el otro que el enano (Escolar) estaba predestinado a morir cuando lo hiciese el clérigo, ya que este había atrapado su esencia oscura en una aventura muy anterior (algo que el enano sabía, pero que no hizo que le temblara el hacha a la hora de enfrentarse con su enemigo)

Mapa de Faerûn (principal continente de los Reinos)
Total, que al final Coburn se puso de lado de Marcus, y también Dopleggar, pues creyó que era una buena oportunidad de unirse al bando ganador. Así que por un lado estaban los dos clérigos y el mago luchando contra los dos enanos, el elfo y el gnomo.

La batalla, como he dicho, fue larga, cruenta y llena de picadas (el enfrentamiento entre los mismos miembros de un grupo es lo que tiene) Había un trono de los dioses en el que, si alguien se sentaba, alcanzaría la divinidad tan ansiada por Marcus. Hacia el final de la batalla, cuando las fuerzas del mal estaban en desventaja, uno de los enanos (Puma en este caso) vio la oportunidad de sentarse en el trono y arrebatarle el poder al clérigo, pero al sentarse no contó con que su cuerpo mortal no estaba preparado para soportar el paso a la divinidad y estalló en mil pedazos.

Cuando la batalla estaba perdida, Dopleggar tomó las de Villadiego y se teleportó lejos de aquel marrón. Ya solo quedaban los dos clérigos, y cuando Marcus agonizaba, Coburn se la jugó, y tomando parte de la sangre de su maestro que contenía la esencia divina, se lanzó para sentarse en el ansiado trono. Marcus, traicionado por su pupilo y quedándose solo en el combate, fue arrasado por el resto del grupo (aunque el enano llevado por Escolar murió a su vez al caer el clérigo) Al final Coburn logró sentarse en el trono y convertirse en el dios supremo de los Reinos.

La historia terminó así, un final un tanto agridulce, pero en este caso dejé que fueran los jugadores quienes decidieran su destino, sin tener nada establecido. Para mí fue el mejor final de una campaña de D&D de todas los que hemos jugado hasta ahora, porque todo podía ocurrir, y así pasó.


Tras esto, meses después, iniciamos una nueva andadura en el D&D en el mundo de Midnight, una suerte de Tierra Media en la que el Señor Oscuro gobernaba el mundo y los jugadores eran supervivientes que luchaban en la frágil resistencia contra los ejércitos de la oscuridad.

La verdad es que la ambientación estaba bastante bien, y jugamos varias partidas hasta que los personajes fueron atrapados y llevados a la ciudadela del Señor Oscuro. Pero no pude continuar, porque estaba esperando a que publicaran el libro sobre la ciudadela, pero la linea de publicación en España se detuvo y nuca más se supo. Fue una lástima, porque la campaña pintaba bien, y tenía buenas ideas para el futuro, pero no pudo ser.

Eberron era un mundo de alta fantasia, en el que la magia sustituía
completamente a la ciencia y era utilizada para todo, incluso las
tareas más mundanas, dando como resultado un mundo lleno de
artefactos que utilizaban magia, desde extraños trenes hasta naves
voladoras, pasando por seres forjados mediante magia que podían
ser elegidos como personajes. El mundo fue elegido entre unos diez
mil que fueron presentados en un concurso a nivel mundial. Para
cuando salió en España nosotros ya estábamos terminando nuestra
campaña, así que no pudimos darle una oportunidad. Quien sabe,
quizá más adelante... No tenía mala pinta, la verdad.


Aquella fue la última vez que jugamos al D&D, al menos el grupo de entonces, porque los cuatro que quedamos lo hemos intentado con la cuarta edición, pero es una basura de proporciones bíblicas. Para mi con la cuarta edición se han cargado el D&D, porque más que un juego de rol parece un juego de estrategia para utilizar con figuras. Una mierda, la verdad.

Habrá que esperar a la quinta edición...

7 comentarios:

  1. Jo que recuerdos, fuena buena época también, y como repartíamos je je... Por un pelo no vencimos, pero les dimos bien de caña y el pirata del cas aun esta escondido, por que le venía la del pulpo...
    A ver si en este año que viene rememoramos viejos tiempos y estamos mas gente.
    Aprovecho para felicitar a todo el mundo la navidad...
    Sito te echamos mucho de menos...

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  2. joder aun me estoy descojonando del reventon del representante de la ley.
    Por cierto ya no me acordaba ke soy un dios.
    Ahora si ke van atener motivos los de los reinos olvidados para cagarse en dios.
    Jojojo bully jodete,ganeeeeeeeeeeeeeeeeee.
    Mucho coburn ke es un patan pero como siempre al final el mal triunfa.
    Prometo una vuelta apoteosica.
    un saludo y feliz navidad.
    Sito te guardo un ferrero para tu vuelta.

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  3. Sada te esperamos con las hachas abiertas je je..

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  4. A ver si puedes escaparte algún día Sada, que echo de menos esas putas brasas con los móviles y perder un par de horas antes de poder empezar a jugar, ja, ja...

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  5. la verdad ke daba la brasa de cojones.prometo si vuelo controlarme un poco.
    solo pido una cosa k el juego sea de ambientacion mediebal.kiero volver a se clerio.un saludo.
    con el tema de losblogs parece parece como si no te hubieras ido sito.
    templarios templarios o si no te matooo

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