viernes, 9 de diciembre de 2011

Dragones y Mazmorras

Un saludo a todos los Templarios.

Siento no haber tenido tiempo de escribir una entrada antes de mi aventura surfera, pero ya estoy de vuelta (aunque con más moretones que si hubiera estado luchando contra un pequeño ejército de orcos)

Me queda pendiente escribir sobre el tercer juego en discordia. El tema es que estoy dudando entre dos opciones, y hasta que me decida por una de ellas prefiero no escribir nada al respecto. En cualquier caso, la próxima semana, antes de mi viaje a La Tierra Media (entiéndase New Zealand), prometo dejar una entrada con las bondades del siguiente juego, para así decidirnos por uno antes de que terminen las Navidades (lo que me dará tiempo a preparar algo para mi regreso)

El caso es que andaba hace unos días navegando por la red y me encontré con algo curioso, lo que me dio la idea para escribir esta entrada. Dado que todos los Templarios somos viejunos de cuidado (algunos ya peinan canas y otros ya quisieran peinarlas, ja, ja), estoy seguro de que lo siguiente os traerá, al menos, gratos recuerdos de nuestra niñez.


Pues sí, se trata de "Dragones y Mazmorras", aquella serie de los ochenta que, sin que ninguno de nosotros lo supiera entonces, estaba ambientada (muy libremente, eso si, sobre todo con respecto a los personajes protagonistas) en los mundos de D&D.

Aquí os dejo los títulos de crédito del comienzo de cada capítulo. Estoy plenamente convencido de que todos os acordáis de la letra (vamos, que si me apuras, alguna vez la habremos cantado estando de fiesta con unas cuantas copas de más...)



La serie, vista ahora, tampoco es que fuera nada del otro mundo. Cada capítulo era como un módulo de D&D, de esos que juegas en una tarde de parranda con los amigos (no daba para mucho más), pero tenía cierto encanto, y además los dibujos no estaban mal (para lo que se hacía entonces) He leído por Internet que el estudio que produjo la serie se encargó después de otro gran clásico de nuestra infancia: Mazinger Z.


Todos sabemos de qué iba la trama. Un grupo de amigos se meten en una atracción tipo túnel del terror y acaban en un mundo lleno de peligros y seres de pesadilla (vamos, lo mismo que nos pasó a todos cuando se acabó la época de estudiantes y nos tuvimos que poner a trabajar para ganarnos las raciones de comida. Si alguien no ha tenido un jefe tipo Venger que tire la primera piedra...)


El primero de los personajes era Hank, el arquero, y lider del grupo. Vamos, el explorador de toda la vida (o tal vez un intento de asemejar el personaje con un elfo... por lo del arco y eso) Su arma era un arco que disparaba flechas de energía inagotables.


Eric era el caballero, pero el pobre desgraciado no tenía ni una triste espada con la que poder repartir en condiciones, además era el típico quejica que daba más la brasa que otra cosa. Su arma era un escudo que paraba todo lo que le echaran encima, incluso podía crear un muro de fuerza para proteger a los demás.


Sheila era una hechicera (aunque en la versión original era ladrona, pero como que quedaba un poco mal un personaje ladrón en unos dibujos para niños) Su hermano era el pequeño bárbaro coñón, y su "arma" era una capa de invisibilidad al más puro estilo Harry Potter. Creo que entre este personaje y Eric tenemos al prototipo del Cascante (todo el día protestando y con un buen objeto con el que poder escaquearse, ja, ja, ja)


Presto era el mago del grupo, aunque lo que sacaba del sombrero era justo lo que nadie necesitaba. De todas formas, lo del mago sacando cosas de la chistera chirriaba bastante.


Diana era la acróbata (entre esta y el mago ya estaba el circo montado), y su arma era una pértiga mágica que se expandía y contraía a voluntad (se me ocurren algunas funciones no actas para niños que Diana podría aplicar a esa pértiga) De cualquier forma, este personaje es lo más parecido al Monje de la primera edición: un saltimbanqui que no pinta nada en una ambientación tipo D&D (al memos en mi humilde opinión, ya sabéis que no me molan nada esta clase de personajes)


Bobby era el hermano pequeño de la ladrona/hechicera, un niño repelente al que le tocaba desempeñar el papel de bárbaro (hay queda eso) Tenía una porra con la que podía crear terremotos (y me refiero a una de madera, no la porra en la que estáis pensando...)


Más repelente aún que el niño-bárbaro era este unicornio llamado Uni (joder, parece que el nombre lo haya puesto un retrasado mental) Bobby se lo encuentra en el primer capítulo y desde entonces (a partir del segundo uno) se hacen inseparables. El jodido unicornio tenía la habilidad de teleportarse una vez al día. Pero aún así, parecía escapado de la serie "Mi pequeño Poni"


El Amo del Calabozo (o Dungeon Master en la versión original) era el que suministraba las armas al grupo y después los envolvía en nuevas aventuras al principio de cada episodio. Siempre hablaba entre acertijos, y ahora que le veo el careto, guardaba cierta similitud con Gizmo (el Grenlim bueno de la película)


Venger era el malo de la función. Quería por todos los medios hacerse con las armas de los protagonistas, pero siempre acababa cagandola. La verdad es que, visto ahora, es un poco cutre, pero para nuestros ojos infantiles molaba bastante.


La Sombra Espía era exactamente lo que su nombre indica, una sombra a las órdenes de Venger que espiaba a los protagonistas.


Tiamat era el dragón de cinco cabezas que tenía acojonado a Venger (cada vez que aparecía este salía por patas) Tiamat aparece en las reglas de D&D como uno de los dioses de los dragones, y si os acordáis de la primera etapa del Master, os acabasteis enfrentando a él (es lo que tiene cuando ya no tienes bichos en el compendio de monstruos capaces de suponer un desafío para personajes de nivel 36)


La serie gozó de cierta popularidad, y como podéis comprobar por la foto, había frikis por aquel entonces a los que les molaban emular a estos personajes.

Hubo tres temporadas (en el tiempo en el que no teníamos ni pajolera idea de lo que era una temporada); las dos primeras estaban dobladas en ese lenguaje sudamericano extraño tan común en aquella época. La tercera ya fue doblada por actores españoles (lo que seguro que nos resultaría extraño para nuestros oídos acostumbrados a los otros acentos)

El caso es que la serie se canceló, y nos quedamos con las ganas de saber si los protagonistas regresaban a casa, eran derrotados por Venger, se los papeaba Tiamat o se quedaban para siempre en aquel mundo.

Pues bien, como he dicho al principio, me encontré el otro día por la red con el guión del último capítulo traducido al castellano. Se escribió en su día por si había que dar un final a la serie, pero las cosas se precipitaron y no hubo tiempo de producirlo.

Así que si alguno está interesado en saber cómo acababan las aventuras de estos personajes, aquí os dejo un enlace con el PDF en cuestión:

http://www.retroyonkis.com/Cap28_Dungeons&Dragons.pdf

Por cierto, también os dejo el primer capítulo, por si alguien quiere rememorar viejos tiempos:



2 comentarios:

  1. Vaya recuerdos tío, yo si que los veía, creo que los echaban los domingos, claro que si los ves ahora son muy cutres, pero es el tipo de programación vieja que si te la encuentras zapeando, entre serie y serie, te quedas con ella, como con el Equipo A je je...
    Ya nos contarás como ha ido el tema surf, que ganas tendras de ir para la comarca...
    Esperamos deseosos el tercer juego y a decidir!!!
    Abrazos templarios.

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  2. Hola tíos;ayer me solté un tocho acerca de que me apetecía bastante jugar,que el segundo juego me ha gustado bastante por lo de la magia limitada(ya sabéis,a mi me gusta el enano mamporrero y lo de la magia que no los objetos mágicos lo dejo pa otros) y que también se oferta mi casa pa jugar si hiciera falta(guardo buenos recuerdos de esa época en la que se jugó aquí y el apoyo que eso me dió en malos momentos de mi vida)hasta que te organices Sito.

    Joder,siempre quise saber como acababa dragones y mazmorras

    ABRAZO

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